Los alimentos funcionales, además de aportar a quienes los consumen los nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades fisiológicas, contienen sustancias que pueden tener un impacto positivo en su estado de salud.
Melocotón |
¿Alguien se ha preguntado qué ocurre con los
millones de huesos de aceituna o de melocotón que la industria desecha cuando
produce yogur con trozos de melocotón o aceitunas rellenas de anchoas?
¿A donde van los huesos de las aceitunas? |
Investigadoras del grupo de Técnicas de
(Micro)-Separación de la UAH, convencidas de que podían tener una gran utilidad
y aportar un gran valor añadido a otros alimentos, se pusieron manos a la obra
para extraer de estos subproductos agroalimentarios péptidos que proporcionaran
a otros alimentos propiedades funcionales que ayudan a la prevención de la
hipertensión o el colesterol, entre otras.
Ahora, se investigará el potencial de estos péptidos
bioactivos para ser añadidos a alimentos como los yogures, productos cárnicos o
zumos de verdura o fruta, que se consumen de forma habitual en la dieta.
La investigación será posible gracias al proyecto
‘PEPTIFUNCIONAL. Desarrollo de nuevos alimentos funcionales basados en la
incorporación de péptidos bioactivos extraídos a partir de subproductos de la
industria agroalimentaria: valorización de huesos de frutas y aceitunas’,
subvencionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y
apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO) dentro del
Programa FEDER Innterconecta en la convocatoria del año 2015.
El líder del proyecto es la empresa AMC Innova S.L y
participan las empresas Faroliva, Prosur y Postres y Dulces Reina, así como la
Universidad de Alcalá y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y la
Alimentación (CTC).
La responsable en la UAH del proyecto y profesora de
Química Analítica, María Concepción García, señala que “los huesos de algunas
frutas como el melocotón o los huesos de aceituna son importantes fuentes de
ingredientes funcionales como péptidos bioactivos, que es necesario extraer y
caracterizar para proponer estrategias adecuadas para su reutilización”. Este
va a ser su trabajo en los próximos años.
Alimentos funcionales más asequibles
La repercusión de este proyecto basado en las
tecnologías desarrolladas en la UAH no es solo sanitaria, también es social y
económica, ya que hay que tener en cuenta que, hasta la fecha, los ingredientes
funcionales eran limitados –en la mayoría de los casos, procedentes de péptidos
de la leche y para alimentos lácteos– lo que hacía que el coste de estos
productos no estuviera al alcance de todos. Ahora el abanico se abre y la
incorporación de subproductos agroalimentarios baratos, como los huesos de
frutas y verduras, para la obtención de bioactivos para la producción de alimentos
funcionales hará que el coste se reduzca y, por tanto, facilitará que este tipo
de alimentos lleguen a un mayor número de consumidores.
La aplicación de péptidos funcionales procedentes de
los huesos de melocotón y aceituna a los alimentos tiene, asimismo, un impacto
medioambiental positivo, ya que se trata de residuos agroalimentarios que,
lejos de ser desechados, son aprovechados, al tiempo que se extraen de ellos
compuestos con alto valor añadido.
Tomado de Interempresas.net