sábado, 29 de febrero de 2020

¿Puede una bacteria salvar millones de vidas?


Cuevas paleolíticas, grutas submarinas y minas abandonadas son un semillero para microorganismos que han sobrevivido a los cambios en su hábitat durante miles de años y que, hoy, pueden esconder la clave para la elaboración de antibióticos y antitumorales.



 
La Gruta del Escoural, en Portugal, es uno de los puntos estratégicos de este proyecto.

Localizar las bacterias, proceder a su análisis y estudiar su posible aprovechamiento para el campo de la medicina es un complejo proceso que requiere de una meticulosa investigación desarrollada por un grupo de especialistas lusos y españoles de la mano del proyecto ProBioma (Prospección en Ambientes Subterráneos de Compuestos Bioactivos Microbianos con uso potencial para la Medicina, Agricultura y Medio Ambiente).
 El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla coordina el proyecto, en el que participa la empresa sevillana Servicios Mineros de Andalucía y las universidades lusas de Évora y el Algarve, con el apoyo del Programa de Cooperación Transfronteriza Interreg España-Portugal (Poctep) de la Unión Europea.
 Su área de actuación se extiende a ocho cuevas y minas ubicadas en faja pirítica ibérica, en Andalucía occidental -próximas a Río Tinto, en Huelva-, y al Alentejo y el Algarve en territorio portugués.
 Una iniciativa en la que especialistas de ambos lados de la frontera trabajan con equipos de última generación con un objetivo común: aumentar la farmacopea mundial y atajar enfermedades nuevas.

  

Las bacterias, de villanas a heroínas          

Consideradas históricamente como "villanas" responsables de múltiples enfermedades, los científicos miran ahora a las bacterias como microorganismos con una extraordinaria capacidad de adaptación para crear autodefensas y sobrevivir en ambientes extremos.
Un potencial que las convierte en elementos clave en la búsqueda de nuevos tratamientos contra dolencias tumorales e infecciones.
 Y en eso trabajan los expertos del proyecto ProBioma. "Se estudian minas y cuevas, consideradas de ambiente extremo, para encontrar bacterias que tengan un metabolismo distinto, que puedan dar lugar a la composición de antibióticos y antitumorales necesarios para ampliar el número limitado que existe en el mercado", explica a Efe Cesáreo Sainz Jiménez, coordinador del proyecto en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla.
 Las cuevas paleolíticas, las grutas submarinas y las minas "son nichos de biodiversidad desconocidos", apunta Ana Teresa Caldeira, del laboratorio Hércules de la universidad de Évora
"Los microorganismos a veces se asocian a procesos de degradación en el patrimonio y acaban por ser los malos de la historia, pero tienen gran potencialidad y mirarlos desde el punto de vista de la valorización es un gran aliciente en este proyecto", asegura.
 La búsqueda se centra en "bacterias y hongos con capacidades de producir sustancias de interés tanto para la medicina como para el medio ambiente", continúa.
 En grutas y minas abandonadas, por ejemplo, se desarrollan bacterias capaces de contribuir a la limpieza del agua contaminada, apunta Clara Costa, del Centro de Ciencias del Mar de la universidad del Algarve.

Del paleolítico a la supercomputadora

Catia Salvador toma con cuidado una muestra en la gruta del Escoural. Apenas un roce con un hisopo basta para analizar el ADN de un microorganismo con las más avanzadas técnicas en el laboratorio Hércules.

El Escoural es uno de los puntos estratégicos del proyecto. Su descubrimiento, en 1963, identificó por primera vez vestigios de arte rupestre paleolítico en Portugal. En su paredes de piedra se aprecian todavía restos de pintura y grabados de hace 50.000 años. Y junto a ellos, un universo de bacterias.
La muestra que ha tomado Catia se analizará en la universidad de Évora, pero también podría estudiarse con un "laboratorio móvil", un equipo de última generación no mucho mayor que un teléfono móvil, que permite transmitir datos a un ordenador portátil y replicar copias de ADN.
Las muestras, continúa esta joven investigadora lusa, se envían luego a "supercomputadoras" en un laboratorio de EE.UU. a través de internet. El resultado llega en apenas unas semanas.
Los exámenes no se limitan a las bacterias. Algunas especies de hongos y setas, por ejemplo, pueden ser la base de nuevos tratamientos.
 Es el caso de la Amanita Ponderosa, que crece en el Alentejo, Andalucía, Extremadura y algunas zonas de Marruecos.
 En el laboratorio Hércules se realizan cultivos aislados en medio líquido para producir compuestos que, señala Caldeira, "pueden ser interesantes desde el punto de vista de actividad antioxidante y antitumoral".

¿Vida en otros planetas?

Si hay vida, aunque en forma de microorganismos, en cuevas paleolíticas, ¿por qué no puede haberla en otros planetas?. La respuesta puede llegar de un "laboratorio móvil".
 La Agencia Espacial Europea, explica Cesáreo Saiz Jiménez, entrena a los astronautas en el uso de estos equipos en localizaciones con características similares a la superficie de Marte, como el desierto de Atacama (Chile) o la isla de Lanzarote (Canarias, España).
 "Manejan el equipo con vistas a un futuro viaje espacial en el que se podrían llevar este instrumento para detectar vida en el planeta", continúa.

Además, un equipo adicional de microscopía electrónica permite detectar minerales o trazas producidas por bacterias, lo que demuestra la conexión entre la geomicrobiología y la astrobiología.
 "Tanto las evidencias de vida como de minerales formados o bioinducidos por microorganismos nos pueden dar idea de la existencia de vida en otros planetas", dice el investigador sevillano.
 Pero también es posible conocer detalles de otros planetas desde la Tierra. El poderoso microdifractómetro de rayos X del laboratorio Hércules puede analizar un mineral procedente del espacio y aportar detalles sorprendentes.
 Lo sabe bien José Mirâo, director del laboratorio, que ha hecho llamativos descubrimientos con este equipo.
 "Se mueve a una velocidad de 0,5 grados, imperceptible para el ojo humano", describe. En la práctica, disecciona el material y transmite la información sobre su composición a un ordenador desde el cual los investigadores pueden contrastar con sus bases de datos.
 Entre sus descubrimientos, repasa Mirao, minerales detectados en un mapa del siglo XVI que coincidían con pigmentos encontrados en la mina de Aljustrel, unos 120 kilómetros al sur de Évora.

 Viaje en el tiempo

¿Por qué no compartir estas experiencias y promocionar estos lugares recónditos para el turismo? ProBioma incluye una propuesta turística que proporcione una alternativa socio-económica a zonas deprimidas próximas a estas cuevas y minas.
 "Queremos aprovechar esta labor de muestreo y visitas para intentar darle difusión y aportar una posibilidad de desarrollo a este tipo de municipios que están en situación de depresión". Alfonso González de la empresa Servicios Mineros de Andalucía se refiere específicamente a las viejas zonas mineras de Huelva que hoy "pueden tener un potencial importante en el ámbito turístico".
 Por eso, propone rutas para visitar minas abandonadas desde mediados del siglo pasado.
 "Hemos identificado minas que aprovechando los caminos de los antiguos ferrocarriles se pueden conectar para hacer una ruta que ponga en valor este tipo de ambientes", apunta.
 "Son ambientes espectaculares, concentraciones de cientos de minas que datan de hace 4.000 años" y que, en el siglo XIX y principios del XX, "fueron las mayores explotaciones a nivel mundial".
 Rutas que pueden, por ejemplo, ayudar al visitante a descubrir la Amanita ponderosa que, además de sus virtudes como productor de agentes antitumorales, está considerada un manjar en la mesa a ambos lados de La Raya, bien a la brasa, en revueltos o guisados.

Demuestran la absorción intestinal de compuestos bioactivos del romero con propiedades anticancerígenas


Un grupo de investigadores españoles del departamento de Química Analítica de la Universidad de Granada, en colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF) y el Instituto de Biología Molecular y Celular de la Universidad Miguel Hernández, ha demostrado la absorción de varios compuestos bioactivos del romero. 




En trabajos anteriores llevados a cabo por estos investigadores dichos compuestos ya demostraron poseer efectos anticancerígenos, concretamente frente al cáncer colorrectal.

Para corroborar esta absorción intestinal, los investigadores suministraron un extracto de romero a ratas Winstar, para posteriormente recolectar muestras de contenido intestinal cada 5 minutos tras la ingesta, y de plasma sanguíneo al final del ensayo, para confirmar el paso de estos compuestos bioactivos al torrente sanguíneo.

En líneas generales, los resultados revelaron que la concentración intestinal de los compuestos bioactivos de romero decrecía con el tiempo, o lo que es lo mismo, que se producía su absorción en el intestino delgado. Este efecto fue especialmente destacable para las familias de diterpenos y flavonoides, pudiendo concluirse que son precisamente estos compuestos los que se absorben en mayor extensión a lo largo del intestino delgado.

Además, los investigadores detectaron en las muestras de plasma sanguíneo varios diterpenos y sus metabolitos, de tal modo que éstos podrían ejercer su bioactividad en el organismo mediante su distribución a través del torrente sanguíneo.

No obstante, los investigadores también encontraron que algunos compuestos, que demostraron ser bioactivos en ensayos anteriores, no fueron absorbidos en el intestino delgado. Esto ocurría principalmente para la familia de triterpenos, no obstante los investigadores apuntan a que la actividad anticancerígena de estos compuestos podría desarrollarse en el colon a través de mecanismos de interacción directa con la microbiota.

Estos resultados sugieren que varios compuestos bioactivos del romero podrían ejercer un efecto antitumoral, pudiendo ser considerados agentes quimiopreventivos prometedores en la lucha contra el cáncer colorrectal. A pesar de estos resultados esperanzadores, los investigadores de la UGR advierten de que se deben realizar nuevos estudios sobre la evolución de estos compuestos en el intestino grueso y las propiedades anticancerígenas de los metabolitos derivados encontrados en el torrente sanguíneo.

Referencia:

Phenolic compounds in rosemary as potential source of bioactive compounds against colorectal cancer: In situ absorption and metabolism study
Álvaro Fernández-Ochoa, Isabel Borrás-Linares, Almudena Pérez-Sánchez, Enrique Barrajón-Catalán, Isabel González-Álvarez, David Arráez-Román, Vicente Micol. Antonio Segura Carretero
Journal of functional foods 33 (2017) 210-217
Fuente: aquí


Aceite de nuez pecán




El aceite de pecán es un aceite prensado comestible extraído de la nuez; es de sabor suave, y es considerado un producto gourmet

Nuez de pecan (Fuente de la imagen aquí)

 

El aceite puede obtenerse mediante el uso de prensa hidráulica o de tornillo.

Descargar

inta_concordia_hoja_de_divulgacion_aceite_nuez_pecan.pptx.pdf

Autores

Marina Graciela PANOZZO

Unidades

E.E.A. Concordia, C.R. Entre Ríos

Proyectos

Tecnologías de transformación de alimentos.
En los últimos años han  cobrado importancia los aceites comestibles ricos en compuestos bioactivos, entre los que se encuentran los aceites obtenidos a partir de nueces de pacán, que constituyen una fuente importante de ácidos grasos insaturados (UFA) beneficiosos para la salud, además de un bajo contenido en ácidos grasos saturados (SFA).

Entre los UFA presentes en el aceite de nuez de pacán se encuentran principalmente ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) y una buena cantidad de grasas poliinsaturadas (PUFA). Estudios recientes han demostrado que el consumo de MUFA puede disminuir el colesterol malo, aumentar el colesterol bueno, proteger contra enfermedades coronarias, regular la presión arterial y tener efectos beneficiosos sobre los factores de la coagulación e inflamación, y disminuir el riesgo de accidentes cerebrovasculares. Asimismo, se ha demostrado que el consumo de PUFA reduce el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, inflamatorias, hipertensión arterial y resistencia a insulina, como así también propiedades antitrombóticas, antiateroscleróticas;  y efectos protectores contra la diabetes renal.

El aceite de nuez pecán además es fuente de vitamina E. Esta vitamina participa directamente del sistema inmunológico o de defensa de nuestro organismo, ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Es un anti-oxidante, por lo que impide la oxidación de los PUFA y ejerce su función antioxidante en los pulmones.

Fuente aquí

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